La Bestia

SOY UNA BESTIA.

Una bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con el pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo.

¿Crees que esto es un cuento de hadas? Para nada. Sucede en Nueva York y sucede ahora. No es una deformidad, ni tampoco una enfermedad. Y me quedaré así - condenado - a menos que pueda deshacer el hechizo.

Sí, el hechizo que me lanzó la bruja con la que iba a clase de inglés. ¿Por qué me convirtió en una bestia que se oculta durante el día y sale a merodear por las noches? Te lo contaré. Te contaré cómo solía ser Kyle Kingsbury, el chico que te gustaría ser, con dinero, el físico perfecto y la vida perfecta. Y después te contaré cómo me convertí en la perfecta... bestia.

Título: La Bestia

Autor: Alex Flinn

Editorial: Versatil

Precio: 14'90 €

Esta novela es una versión moderna del cuento de La Bella y la Bestia que todos hemos visto gracias a la magia de Walt Disney: chico guapo y mimado enfada a una bruja, que le maldice con una apariencia monstruosa que no le abandonará hasta que encuentre a una chica que le ame por su interior.

Si a esto le sumamos la ambientación neoyorquina, hormonas adolescentes y una acción entretenida... tenemos una historia de lo más aprovechable.

En un principio tenemos a Kyle Kingsbury, un chico popular y superficial cuya vida es aparentemente perfecta salvo por un pequeño detalle: realmente no tiene vida. Se escuda con sus amigos que realmente no son sus amigos, se burla de los que son menos guapos que él, ansía con todas sus fuerzas ser aquel al que todos miran y, por supuesto, le encanta pasear su belleza con una chica preciosa y también superficial del brazo.

Todo en su reino particular en el que se ha convertido el instituto Tuttle va perfectamente hasta que se topa con Kendra, una chica de cabello verde que representa todo lo que Kyle no es: una auténtica perdedora. Vamos, una tentación para el malo del principito y él no desaprovecha la oportunidad y se propone dejarla en ridículo. La "invita" al baile de fin de curso sin intención de llevarla realmente porque sabe que ninguna chica se puede resistir a sus encantos pero la bromita le sale por la culata y le golpea en la cara, en su preciosa cara que dejará de serlo cuando Kendra, que realmente es una bruja, le maldice a que su apariencia muestre lo que realmente es: feo, monstruoso, es decir, algo a lo que ninguna chica se acercaría y eso es un gran problema porque el amor es la única solución a esa maldición.

Kendra le ofrece una única solución: encontrar su amor verdadero.

¿Fácil verdad? Eso ya lo veremos.

Realmente me ha gustado esta historia aunque le he encontrado un par de aspectos malos: que es corto y la ñoñería en la que se convierte el Adrian del final porque yo le prefería más sarcástico pero bueno, no se puede tener todo y la verdad es que no me ha defraudado en absoluto. Es una versión preciosa y muy recomendable para leer en un suspiro.

Rasgos a destacar de la novela:

• El narrador, es refrescante tener a un chico narrando por una vez. Me aburre tanta feminidad en los libros de fantasía urbana.
• Los personajes masculinos principales: Kyle/Adrian (por la ternura y el sarcasmo) y Will (por ser tan fabulosamente fabuloso) me conquistaron sin que yo pudiera evitarlo.
• Las referencias a obras literarias que siempre hace que te pique el gusanillo.
• Siendo superficial: ¡La edición es verdaderamente preciosa!
• La narración es verdaderamente ágil.