martes, 6 de octubre de 2009

¡Yo quiero mis DOS besos!

- Adiós.
Se ha despedido... no me lo puedo creer. Ha hecho un gesto con la mano dirigiéndose hacia mí después de haberle dado la mano a todos los demás que estaban allí.
Esto es el colmo.
Una cosa es que no le guste, que no me haga todo el caso que yo quisiera pero otra cosa es esto... tratarme como si fuera menos que los demás a la hora de despedirse.

Bajo la cabeza, sin devolverle el gesto y me vuelvo hacia la barra, dispuesta a pedirme algo que me haga olvidar lo que ha ocurrido.
Escucho a mi espalda palabras de extrañeza por mi comportamiento. Todos se sorprenden por la completa ausencia de una sonrisa en mi rostro y de unas palabras con demasiado ímpetu pero ya no tengo ganas de aparentar que para mí todo eso es suficiente, ya no quiero conformarme.

Necesito más.
Siento que algo trepa por mi garganta, es un sollozo, un sentimiento llegado en el momento incorrecto cuando veo que él se apoya en la barra y me mira a los ojos.
Intento no observarle detenidamente pero su mirada oscura y cautivadora me vuelve a dejar sin aliento, como ya es costumbre...
No quiero hablar, sólo quiero que me deje en paz.

- ¿Qué pasa? - pregunta frunciendo el ceño.
Niego con la cabeza, me da miedo pronunciar una palabra que pueda temblar y delatarme aunque ya estoy casi al descubierto, me temo.
- ¿Qué pasa? - vuelve a preguntar insistentemente.
Suspiro y un quejido se escapa a mis labios. Vuelvo a negar con la cabeza, más fervientemente que antes.

No me hace falta girarme para descubrir que me han dejado sola con él, no escucho sus voces amistosas pero sigue dándome miedo hablar.
- Venga, ¿qué pasa? - me intenta sonsacar de nuevo sonriéndome.
Entonces todo se me echa encima.

¿Quién se cree que es para tratarme así? ¿Cree que con una sonrisa suya me derretiré y le contestaré a todo lo que quiera? Aunque sea verdad que con ese único gesto sea capaz de cualquier cosa, no me parece justo.
No me parece justo.
No, claro que no. No es en absoluto justo que después de todo lo que he hecho, después de todo lo que he sacrificado por él, no consiga ni...

- ¡Yo quiero mis DOS besos!

5 comentarios:

Iraya Martín dijo...

Me ha encantado, creo que podría haber vivido esa situación perfectamente. Estamos taaaan pendiente de esos detalles cuando nos gusta alguien ^^

Marta Cruces Díaz dijo...

Muchas gracias por el comentario, Elwen ^^
Este relato pertenece a una serie de relatos que he escrito este mes de septiembre en el que cada uno habla de un sentimiento distinto con respecto al amor.
Me alegro de que te haya gustado ;)

Grace dijo...

Está muy bien, aunque espero que no sea basado en hechos reales,,, aunque no sé por qué no me extrañaría xD

Marta Cruces Díaz dijo...

No, tranquila, ¡no está basado en hechos reales! ya te dije que eso estaba en el pasado ¬¬ muy pasado así que no te preocupes jajaja (creo que quedaba claro con lo del darse la vuelta hacia la barra para pedir algo que le haga olvidar)
Gracias por pasarte!!

♪Mariana *-° dijo...

muuuuyy liindo!! aaa! perfecto!♥♥

no me puedo entretener, me lo quiero leer TODO!! todo todito lo que has escrito ;D