Willow

Título: Willow

Autora: Julia Hoban

Puntuación total: 5/5

Calidad externa: 5/5
Personajes: 5/5
Amor: 4/5
Narración: 5/5
Argumento: 5/5
Diálogo: 5/5

Es difícil guardar un secreto cuando lo llevas escrito por todo el cuerpo


No os voy a mentir, me dolió leer este libro, es duro.Es un libro sobre una adolescente que lo pasa mal, mal de verdad, una de esas historias que son contadas con crudeza y que llegas a pensar que no es posible que acabe con un típico final feliz.

Willow es una chica y está sola.
Willow es una chica que quiere estar sola.

Willow quiere estar sola porque cree que lo merece, porque se culpa de la muerte de sus padres, de aquellos a los que ella siempre idolatró y quiso.

Después del accidente, Willow cambió para siempre. Lo dejó todo, dejó de cuidarse, dejó de mirarse al espejo y poner morritos a su reflejo como toda adolescente hecha y derecha debe hacer, dejó de llamar a su mejor amiga y de contarle las trivialidades de su vida porque ya no había trivialidades sólo un inmenso vacío que sólo una cosa puede rellenar.

Su gran amiga, esa a la que lleva en su mochila celosamente y la que guarda bajo la cama. La cuchilla con la que dibuja sobre su piel la imagen de su sufrimiento, un dolor que ninguna persona en el mundo debería experimentar en silencio.

Algo que duele tanto no es que te haga sentir bien exactamente. Es más la sensación de que está bien, que es lo correcto. Y algo que está bien no puede ser malo. Tiene que ser bueno.

Es bueno. Es mejor que bueno.

Yo desde el principio tuve una cosa clara, Willow no debía estar sola, tenía que encontrarse con alguien que la sacara de ese hoyo en el que se había metido, alguien que la salvara de sí misma y Julia Hoban escuchó mis plegarias mandando a Guy aunque no era exactamente lo que yo había pensado.

Si bien Guy es el típico chico con el que yo congenio en los libros, yo creo que Willow necesitaba a alguien más agresivo a alguien que le dijera: hasta aquí hemos llegado, tenemos que buscar ayuda pero he de admitir que al cabo de las pocas páginas me di cuenta de que Guy era perfecto para la historia, era exactamente lo que la novela pedía a gritos.

Levanta los ojos y la mira a la cara con una expresión entre susto y repulsión. Willow le devuelve la mirada. Guy, al igual que ella, no dice ni una palabra. Y no hay ni que planteárselo. Simplemente no hay nada que decir. Willow deja caer el brazo. Lo peor ya ha pasado. Quizás ahora la deje marcharse. Después de todo ¿qué puede hacer él? Pero al volverlo a mirar, Willow ve cómo ese terror que hay en los ojos de Guy se convierte en determinación. Se da cuenta de que, efectivamente, hay una cosa que él puede hacer, que tiene toda la intención de hacer, algo tan terrible que a Willow le flaquean las piernas solo de pensarlo.

Me ha encantado la voz narrativa de la novela, si bien se hace rara en un principio y tardé en acostumbrarme a ella un par de capítulos, tengo que decir que no me imagino la historia contada de otro modo. Ningún otro narrador podría haberle hecho justicia.

Además del narrador también me sorprendió el realismo con el que capta a los personajes que son completamente reales, tanto que da la sensación de que puede ser tu vecino del séptimo que baja las escaleras a tu lado con cara de no haber dormido bien.

He de agradecerle a Julia Hoban los escalofríos que Willow me aportó en esa noche de Semana Santa en la que lo devoré con un nudo en la garganta.

A veces las historias duras son las que llegan al corazón y se quedan allí una buena temporada.