jueves, 16 de febrero de 2012

Hojas de Dedalera de Victoria Álvarez

Título: Hojas de Dedalera

Autora: Victoria Álvarez

Puntuación total: 5/5

Edición: 4/5
Narración: 5/5
Diálogos: 5/5
Personajes: 5/5
Relaciones: 5/5

Llevo desde finales de noviembre queriendo reseñar esta novela (pero al menos en las reseñas suelo llevar un orden coherente) y hasta ahora no había tenido la oportunidad. Cómo podéis leer en la primera entrega de la del cuaderno se va de eventos, fui a la presentación del libro que hizo con Versátil Ediciones en la Casa del Libro de Hermosilla cuando aún no me lo había terminado pero ya estaba extasiada con la novela y gracias a esa presentación me enamoré (aún más) de toda la historia.

Hojas de Dedalera es la historia de Annabel, a la que conocemos cuando no es más que una niña con muchos más problemas de los que se deben tener a su edad ya que vive ni más ni menos que en el Cementerio de Highgate con sus tíos y, debido a lo terriblemente pobres que son, duerme en un ataúd. Pero sus problemas no acaban allí sino que desde muy pequeña padece una enfermedad de corazón y para poder sobrevivir debe beber todos los días una dosis de digitalina (una sustancia que se extrae de las hojas de dedalera).

¿Y si ahora os digo que la pobre Annabel no tiene suficiente con ello? Pues sería verdad porque además tiene la habilidad de ver e interactuar con los muertos, lo que la convertirá en una de las médiums más importantes y codiciadas de la época. Para rematar este resumen de la novela terminaré diciéndoos la época que Victoria Álvarez escogió para desarrollar la historia y que fue lo que a mí me empujó definitivamente a leerla: finales del siglo XIX y principios del XX.

Aunque a lo mejor a vosotros no os dice nada ese periodo de tiempo, yo lo situé rápidamente vinculado con los crímenes de Whitechapel y no me equivoqué porque no habían pasado ni cinco páginas cuando Victoria ya comenzaba a hablar de los misteriosos crímenes y a relacionarlos de una forma inevitable con la protagonista.

Aunque conocemos a Annabel cuando no es más que una niña encerrada en un mundo demasiado oscuro para alguien tan tierno, la acompañamos a lo largo de sus primeros años hasta su juventud donde se centra la mayor parte de la historia y conocemos todas sus virtudes y fuerzas, además de sus grandes debilidades. En contraposición con lo que me pasó con el último libro que he reseñado, en esta novela la protagonista se adueñó de toda mi atención porque Annabel tiene un magnetismo especial que provoca que no puedas dejar de interesarse por lo que sucede durante todas las páginas.

Aunque la protagonista es el centro de atención, Victoria Álvarez la rodea de un buen (y justificado) número de secundarios entre los que están: Heather, la tía de la protagonista que será su mayor apoyo durante toda su vida; Ada, una preciosa niña con un don tan desafortunado como el de Annabel; Nathan, un joven que codiciará lo que no puede tener, y el inspector Abberline, el cabecilla de la investigación de los crímenes de Whitechapel y que me ha encantado.

Por supuesto que no me puedo olvidar de Lord Rosenfield (inserten sus suspiros aquí, por favor) que me encandiló desde el principio con su sonrisa torcida y sus modales exquisitos pero con la dosis perfecta de picardía para hacer sonrojar a nuestra protagonista. No puedo decir más que halagos respecto a este personaje que hasta enfadado es encantador pero sí que quiero dejar constancia de algo: me encantaría encontrar a otro protagonista como él en más novelas.

Aunque Annabel y Lord Rosenfield sean mis preferidos (creo que se nota a la legua), también me he encariñado con los secundarios, en particular con Nathan que a veces parecía más perdido que un pato en un garaje y en otros quería machacarle sin piedad (pero siempre desde el cariño).

En cuanto a la escritura de Victoria, para empezar tengo que citar lo que Félix J. Palma dice en la contraportada “El inmejorable debut de una escritora a tener muy en cuenta”. Yo cuando comencé Hojas de Dedalera, no llevaba ni dos páginas leídas cuando ya estaba encandilada por su narración. Los que seguís mi blog sabéis que no soy una forofa de las descripciones exhaustivas y en el caso de Victoria es una escritora descriptiva pero es tan elegante, tiene un léxico tan cuidado y musical que no es posible aburrirse leyéndola.

Tiene ese regusto a novela romántica (refiriéndome al estilo de escritores como Jane Austen o Lord Byron) que la hace atemporal y seductora aunque claro, como siempre digo, para gustos los colores pero a mí me ha encantado.

Para terminar la reseña no puedo hacer más que animaros a que la leáis, es una novela suelta y deja el argumento bastante cerrado así que no tendréis disgustos cuando lo terminéis. En mi caso, este viernes hay otro encuentro aquí en Madrid con la escritora y pienso ir así que si os apuntáis, buscarme que estaré con mi cuaderno y mi cámara.

3 comentarios:

Eline Dieva dijo...

Creo que todas suspiramos por Lord Rosenfield *muchos corazoncitos* x3
El comenterio de Nathan me ha matado xD
La verdad es que el estilo de Victoria Álvarez es muy limpio :)
Me alegro que te gustara, es un libro muy recomendable ^^
Besitos!

Bichín dijo...

Muy chulo tu blog, te sigo...

Marta Cruces Díaz dijo...

Muchas gracias por los comentarios =D