lunes, 12 de marzo de 2012

Promesas de Lavyrle Spencer

Título: Promesas

Autora: Lavyrle Spencer

Puntuación total: 3'5/5

Edición: 3/5
Narración: 4/5
Diálogos: 3/5
Personajes: 3'5/5
Relaciones: 3'5/5

Allá por el 2010 participé en el Papá Noel Invisible que realizó Beleth y tuve la suerte de recibir Promesas de Lavyrle Spencer como regalo pero hasta finales del año pasado (un año después de llegar a mi estantería) no lo leí. Eso me lleva a replantearme cuántos libros llevan demasiado tiempo en las columnas de los no leídos porque deberían pasar a los estantes de los disfrutados.

La acción de esta novela nos lleva a Wyoming en 1888 cuando el fornido y muy masculino Tom Jeffcoat (tienes que decir el nombre completo porque se te llena la boca con ello) llega a Sheridan a desmembrar el orden establecido, pero obviamente sin tener conocimiento de ello. Porque Jeffcoat es un buen hombre que ha dejado su casa atrás con todos los problemas y se ha lanzado a por una buena apuesta de futuro: instalar una herrería y formar una nueva vida.

Así como la nueva vida de él da comienzo, la de otros parece deshacerse entre sus manos. Éste es el caso de los Walcott que tienen la única herrería en Sheridan hasta el momento y unas vidas un poco complicadas. Edwin es el cabeza de familia con una mujer de la que queda demasiado poco pero que siempre ha estado enamorado de otra persona. Emily es la hija mayor, una chica vestida de hombre que tiene mucha más destreza que uno y cuyo sueño es convertirse en veterinaria.

En otro lado tenemos tres personajes de lo más variopintos. Para empezar conocemos a Charles, un adorable constructor con demasiado corazón y buenas intenciones que está completamente enamorado de Emily desde que es capaz de recordar. Ese sentimiento le llevó a seguir a la familia de ella hasta este pueblo con la firme intención de conquistarla y casarse con ella. Después está Fannie, una mujer adelantada a su época que viste pantalones mientras monta en su inseparable bicicleta con una elegancia envidiable que llega a Sheridan para ayudar a su prima con la labor de encargarse de una familia en la que encaja demasiado bien. Para cerrar este ciclo tenemos a Tarsy, la inseparable pero bastante inaguantable amiga de Emily que caerá rendida a los pies de Jeffcoat.

Como podéis imaginaros (con esa portada y la autora) existe un romance, una conexión demasiado fuerte como para que los involucrados la eviten (como suele suceder con las novelas de Lavyrle Spencer) y es que cuando Emily y Jeffcoat se conocen saltan chispas por todas partes (tanto en el buen como en el mal sentido) porque al principio no se aguantan. Para ella, él ha venido a robarles su trabajo y, para él, Emily es una marimacho sin ningún tipo de encanto pero que consigue subirle los colores con una mirada desafiante.

En cuanto al estilo de Lavyrle Spencer, igual que me sucedió con Otoño en el corazón, la forma de relatar me enamoró desde el principio con la simpleza que puede utilizar mientras habla de unos sentimientos tan encontrados como los que tienen los protagonistas.

En resumen, es una novela realmente recomendable para todos aquellos que disfruten de un romance bien asentado (no de esos que aparecen así porque así sino de los que se van afianzando poco a poco) y también de una buena amistad literaria porque también es un lazo con el que trata la escritora en la novela.

1 comentario:

Ro dijo...

Yo lo tengo pendiente de leer, lo compre el mes pasao y aún me está esperando en mi estanteria, pero pronto le echaré el gancho jejeje
Besitos!!