miércoles, 9 de abril de 2014

Live de Javier Ruescas


Título: Live Tercera parte de la trilogía Play
Autor: Javier Ruescas

Editorial: Montena
Palabras clave sobre el género: Juvenil, realista, amistad, amor, fama

Puntuación total: 4'5/5
Edición: 4/5
Narración: 4'5/5
Diálogos: 4'5/5
Personajes: 4/5
Relaciones: 4/5

Javier Ruescas, como ya hizo en Play y Show, nos arrastra a lo más profundo de las mentes de Aarón y Leo Serafín. Hace un par de semanas, Montena me envió este libro y lo devoré en cuanto tuve ocasión, porque estaba deseando descubrir qué pasaba con estos hermanos que tanto me hacían disfrutar con sus aventuras (y sobre todo desventuras).

Como es costumbre en mi blog, os aviso que esta reseña contendrá spoilers de las partes previas de la trilogía. Para aquellos que no habéis leído sus entregas anteriores, os invito a saltar al último párrafo, antes de las citas, para que os pique la curiosidad.

Aarón consiguió lo que más deseaba desde que entró en Develstar y firmó aquel contrato de dos años para proteger a su hermano, la libertad para continuar con su vida. ¿Pero iba a ser así de fácil? La estela de escándalos, malentendidos y los metiches que le han rodeado durante el tiempo que fue la cara visible de Play Serafín, no le han abandonado. No puede ni siquiera hacer su examen práctico de conducir sin que una horda de fans y periodistas le acosen, poniéndole aún más nervioso.

Por otro lado, no creáis que a Leo le está yendo mejor. Ve como su carrera de actor se vuelve a quedar estancada y, lo que es peor para su ego, que su hermano está consiguiendo toda la fama que él tanto ansiaba. Su filtro continúa en el mismo estado de siempre, diciendo la verdad cuando nadie parece querer escucharla.

Los dos Serafín se verán en la coyuntura de tener que resolver, o al menos lidiar, con problemas que han dejado pospuestos a lo largo de los dos libros anteriores. Aarón deberá ser sincero consigo mismo y descubrir qué es lo que realmente quiere; Leo luchará por encontrar su propio camino después de todos los palos que se ha llevado y reencontrarse con su verdadera personalidad.

En este punto, en el que todo parece venirse abajo después de una épica reunión con antiguos compañeros del instituto, aparece Ícaro con una propuesta tan sugerente como misteriosos son los motivos que le han llevado a hacerla. El excéntrico empresario les ofrece un viaje inolvidable por Europa de seis personas. Ahora mismo, alguno de vosotros debe estar contando con los dedos de las manos porque no les salen las cuentas con los tres personajes que he contado. El caso es que Ícaro les dice que cada uno debe elegir un acompañante.

Los personajes ya estaban bien trabajados en las anteriores entregas y Javier les ha dado una vuelta de tuerca para que se conviertan en personas de carne y hueso, vulnerables a las amenazas del exterior como nunca lo habían estado. Se tendrán que ver las caras con aquello que más temen y sufrirán lo indecible para terminar el libro. En esta última entrega me ha fascinado la evolución de Leo, que ya me había llamado la atención en Show, y me he encariñado más de la cuenta con Zoe. Por otro lado se incorpora una chica francesa, llamada Selena, que no dejé de alabarla desde el principio. Un gran conjunto de personajes.

Como de los personajes prefiero no decir más porque no podría evitar soltar algún spoiler, os diré que la narración de Javier Ruescas, así como los diálogos son maravillosos. Ha sido muy sencillo conectar de nuevo con los hermanos y el resto del grupo, porque ha sido como si me reencontrara con viejos amigos. Las alusiones a series de televisión, películas y libros se han mantenido a lo largo de trilogía, pero en este último volumen adquieren una dimensión más sentimental, sobre todo por cierto episodio con el vuelo de unos aviones.

La trilogía de Play es una historia sobre dos hermanos que se ven envueltos en el mundo de la fama sin comprender lo peligroso que es, sobre el amor que te retuerce el estómago hasta no dejarte respirar, la importancia de la intimidad, los amigos de verdad y la música, ese lenguaje universal que nos une sin importar el lugar del que seamos.

Cita Aarón:
Que lo entendiera, ponía. Que ya sabía que para él tampoco iba a ser un día fácil. Que lo haría en cuanto volviera. Y como si fuera a solucionar algo mi situación, había tenido el valor de añadir una carita feliz debajo de su firma.

Cita Leo:
El Leo Serafín de siempre, el que se llevaba los rapapolvos en casa cuando no hacía la cama o que copiaba en los exámenes. El que decidía qué quería que los demás supieran de él, y nada más. El Leo que echaba de menos.

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