Título: Mi teoría de todo
Autora: J. J. Johnson
Editorial: Ediciones SM
Palabras clave sobre el género: Realista, amistad, pérdida, adolescencia, ironía
Puntuación total: 3/5
Edición: 5/5
Narración: 3/5
Diálogos: 3/5
Personajes: 3/5
Relaciones: 3/5
Autora: J. J. Johnson
Editorial: Ediciones SM
Palabras clave sobre el género: Realista, amistad, pérdida, adolescencia, ironía
Puntuación total: 3/5
Edición: 5/5
Narración: 3/5
Diálogos: 3/5
Personajes: 3/5
Relaciones: 3/5
En septiembre del pasado año, Ediciones SM durante la Blog Experience 2013, nos regaló a los blogueros que asistimos algunos de sus novedades para ese último trimestre del año. Entre ellos estaba Mi teoría de todo, un libro que te entraba por los ojos de lo preciosamente editado que estaba. Desde entonces busqué la ocasión propicia para leerlo y en febrero llegó su momento.
Sarah es una chica que recientemente ha pasado por una de las peores situaciones que puede vivir una adolescente, perder a su mejor amiga. No solamente perder a Jamie, si no presenciarlo y culparse por ello. Desde entonces toda su vida ha dado un vuelco, ella ha cambiado radicalmente, tanto que ni siquiera ella misma se reconoce. Y si no, que se lo digan a su neurona borde, que se activa ante casi cualquier situación y hace que cualquier intento por socializar con Sarah sea en vano.
Aún con todos los feos que les hace a los que intentan acercarse a ella, su familia ha permanecido a su lado, intentando comprender su situación aunque se resiste a hablar de sus sentimientos. Su padre, director del instituto en el que estudia, empieza a perder la esperanza de recuperar a la hija que tenía; mientras que su madre siente que se le agota la paciencia para lidiar con la apatía hacia todo que tiene Sara; Jeremy, su hermano mayor, parece ser el único que no la deja pasar una y la enfrenta siempre que hace algo mal, y por último podríamos hablar de Stenn, el perfecto novio de Sarah que se ha mantenido al margen gracias a la distancia que les separa, él será uno de los factores más importantes de la novela y me pareció un personaje muy bien trazado.
Pese a que los nombrados anteriormente se pueden considerar protagonistas, creo que hay tres que tiran como ninguno tanto de Sarah como de la trama en sí. El primero de ellos es el enigmático Capitán Zarigüeya, del que la protagonista y el lector no saben mucho pero que provoca un gran impacto en Sarah. El segundo es Emmet, el hermano gemelo de Jamie y a quien ha estado huyendo desde que ambos perdieron a una de las personas más importantes de sus vidas. Él, como Sarah, ha cambiado muchísimo y durante su primera aparición en el libro consigue destapar lo que hará removerse la coraza que ella ha tratado de construirse. Por último y no menos importante es un personaje que realmente no está, pero que es fundamental: Jamie. No podía dejar de nombrar a quien provoca toda la trama de esta novela, es una presencia que se siente en todas y cada una de las páginas, que sin mostrarte nada, puedas imaginar al personaje con total nitidez.
La narración, como podéis imaginaros, es en primera persona, utiliza un tono cercano y cargado de ironía, pero no es molesto si no que consigue hacerte reír por las ocurrencias de la protagonista y su constante juego de querer decir algo y pronuncian justo lo contrario. J. J. Johnson consigue hacerte empatizar con alguien completamente desfragmentado que tiene que volver a confiar en sí misma, una de las cosas más difíciles que existen. También es imposible olvidarse de los dibujos que nos regala Sarah a lo largo del libro y que te hace soltar alguna que otra carcajada en los momentos menos esperados.
Para terminar, solo me queda animaros a que lo leáis cuando tengáis un rato para una lectura rápida, llena de humor, situaciones surrealistas, zarigüellas y neuronas bordes.
Cita:
Sarah es una chica que recientemente ha pasado por una de las peores situaciones que puede vivir una adolescente, perder a su mejor amiga. No solamente perder a Jamie, si no presenciarlo y culparse por ello. Desde entonces toda su vida ha dado un vuelco, ella ha cambiado radicalmente, tanto que ni siquiera ella misma se reconoce. Y si no, que se lo digan a su neurona borde, que se activa ante casi cualquier situación y hace que cualquier intento por socializar con Sarah sea en vano.
Aún con todos los feos que les hace a los que intentan acercarse a ella, su familia ha permanecido a su lado, intentando comprender su situación aunque se resiste a hablar de sus sentimientos. Su padre, director del instituto en el que estudia, empieza a perder la esperanza de recuperar a la hija que tenía; mientras que su madre siente que se le agota la paciencia para lidiar con la apatía hacia todo que tiene Sara; Jeremy, su hermano mayor, parece ser el único que no la deja pasar una y la enfrenta siempre que hace algo mal, y por último podríamos hablar de Stenn, el perfecto novio de Sarah que se ha mantenido al margen gracias a la distancia que les separa, él será uno de los factores más importantes de la novela y me pareció un personaje muy bien trazado.
Pese a que los nombrados anteriormente se pueden considerar protagonistas, creo que hay tres que tiran como ninguno tanto de Sarah como de la trama en sí. El primero de ellos es el enigmático Capitán Zarigüeya, del que la protagonista y el lector no saben mucho pero que provoca un gran impacto en Sarah. El segundo es Emmet, el hermano gemelo de Jamie y a quien ha estado huyendo desde que ambos perdieron a una de las personas más importantes de sus vidas. Él, como Sarah, ha cambiado muchísimo y durante su primera aparición en el libro consigue destapar lo que hará removerse la coraza que ella ha tratado de construirse. Por último y no menos importante es un personaje que realmente no está, pero que es fundamental: Jamie. No podía dejar de nombrar a quien provoca toda la trama de esta novela, es una presencia que se siente en todas y cada una de las páginas, que sin mostrarte nada, puedas imaginar al personaje con total nitidez.
La narración, como podéis imaginaros, es en primera persona, utiliza un tono cercano y cargado de ironía, pero no es molesto si no que consigue hacerte reír por las ocurrencias de la protagonista y su constante juego de querer decir algo y pronuncian justo lo contrario. J. J. Johnson consigue hacerte empatizar con alguien completamente desfragmentado que tiene que volver a confiar en sí misma, una de las cosas más difíciles que existen. También es imposible olvidarse de los dibujos que nos regala Sarah a lo largo del libro y que te hace soltar alguna que otra carcajada en los momentos menos esperados.
Para terminar, solo me queda animaros a que lo leáis cuando tengáis un rato para una lectura rápida, llena de humor, situaciones surrealistas, zarigüellas y neuronas bordes.
Cita:
Y lo peor es que cuanto más tiempo pasa, más me siento atrapada en una dimensión paralela en la que mi APS jamás existió. Igual que en la película Regreso al futuro, cuando Michael J. Fox viaja hacia atrás en el tiempo y después ve que sus hermanos empiezan a desaparecer en una foto. Cada vez se ven un poquito más borrosos porque están dejando de existir.
3 comentarios:
Creo que el libro tiene buena pinta, pero lo veo demasiado dramático. De momento lo dejo pasar, pero no descarto leerlo en otro momento.
¡Un abrazo!
Muchas gracias por el comentario. La verdad es que el libro tiene su drama, pero lo cierto es que el personaje logra sacarle el punto medianamente gracioso a todo.
Si te animas a leerlo, espero que me cuentes qué te parece y que te guste =P
Este sí que nos llama la atención, lo tendremos en cuenta.
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