Título: Orgullo y prejuicio
Autora: Jane Austen
Editorial: DeBolsillo
Palabras clave sobre el género: Clásico, de época, familia, romance
Puntuación total: 4/5
Edición: 2'5/5
Narración: 4/5
Diálogos: 4/5
Personajes: 4/5
Relaciones: 4/5
Autora: Jane Austen
Editorial: DeBolsillo
Palabras clave sobre el género: Clásico, de época, familia, romance
Puntuación total: 4/5
Edición: 2'5/5
Narración: 4/5
Diálogos: 4/5
Personajes: 4/5
Relaciones: 4/5
Es una verdad reconocida por todo el mundo que la historia que Jane Austen escribió en Orgullo y prejuicio ha derribado las barreras del tiempo y del espacio conquistando con sus palabras a miles de millones de lectores desde que se publicó. Yo la leí por primera vez con diecisiete años, poco después de haber disfrutado con la adaptación cinematográfica de 2005.
En su momento me pareció una bonita historia de amor, pero no entendí gran parte de lo que Austen estaba compartiendo a través de la novela. Fue este verano cuando, a raíz del reto de lectura de las obras de Jane Austen, llegó el momento de releerla. Puedo reconocer que no soy una persona a la que le guste releer, porque considero que hay demasiados libros por leer como para detenernos en una relectura eterna. Pero en este caso, me alegro hasta límites insospechados de haberlo hecho.
Jane Austen nos presenta a la familia Bennet, de padres completamente distintos entre sí y sus cinco hijas, en un momento de lo más interesante. Netherfield Park ha sido alquilado y un caballero con buena fortuna y soltero es quien la regenta. Esta noticia correrá como la pólvora y hará que todas las jóvenes en edad casadera (y sus madres, por descontado) quieran tener la oportunidad de conocerle, con la consiguiente posibilidad de conquistarle.
Jane, la mayor de las hermanas Bennet será quien cause una buena primera impresión a Charles Bingley. Quien no dará ni recibirá buena impresión será Elizabeth, la segunda Bennet y la favorita del padre, pero no con Bingley, si no con el mejor amigo de este, Fitzwilliam Darcy, cuya fortuna haría palidecer a cualquiera. Ella no es lo suficientemente hermosa como para tentarle y sus palabras llenas de prejuicio le condenarán a que el orgullo de ella se interponga en una relación que podría haber sido más sencilla.
Pero Austen no se lo pone sencillo a las hermanas Bennet. Les coloca una serie de obstáculos que tan pronto te hacen reír como te obligan a dejar de respirar. Uno de ellos es el delicado tema de la herencia del padre de las Bennet, que no puede pasar a ninguna de sus hijas, si no que caerá en manos del señor Collins, un primo lejano clérigo que les hará algunas incómodas visitas con intenciones interesadas. Otro es la llegada del regimiento, con el consiguiente alborozamiento de las mujeres y la preciosa sonrisa de un soldado.
Elizabeth es inteligente, divertida y con un gran sentido de la justicia arraigado en lo más hondo de sus entrañas. Darcy es un hombre que no tiene facilidad para sonreír, el peso que carga sobre los hombros es demasiado para una persona y sus prejuicios son a lo primero a lo que recurre. Jane, la buena y dulce Jane que me enamoró en esta lectura y que me hizo darme cuenta de lo importante que es ser fiel a ti misma. Bingley, el voluble e influenciable Bingley, que tanto drama me provocó cuando marcha de Netherfield sin mirar atrás, pero que se ganó mi confianza inquebrantable en que era la ora mitad de Jane. Por otro lado es imposible hablar de Orgullo y prejuicio sin hablar de Wickham, ese personaje con dos caras, con una mentalidad tan retorcida e increíblemente bien conseguida que me dejó pasmada.
La psicología de los personajes es algo que Jane Austen trabajó mucho en todos sus trabajos y en este hace que cobren vida. Las relaciones humanas, tanto fraternales como románticas se hacen palpables. ¿Quién no sintió un escalofrío cuando lee por primera vez lo que le ocurrió a Georgiana? ¿No pensasteis en ningún momento darle un buen bofetón a Lydia para quitarle la tontería? (porque yo tenía instintos asesinos contra ella). Sin olvidarnos del fino y acertado sentido del humor que podemos encontrar en todas sus novelas.
Para finalizar os diré que, encontrándome ahora en el ecuador de este reto, estoy entusiasmada con las obras de Jane Austen. Me parece una forma magnífica para adentrarse en la época que retrata a la perfección.
Cita:
En su momento me pareció una bonita historia de amor, pero no entendí gran parte de lo que Austen estaba compartiendo a través de la novela. Fue este verano cuando, a raíz del reto de lectura de las obras de Jane Austen, llegó el momento de releerla. Puedo reconocer que no soy una persona a la que le guste releer, porque considero que hay demasiados libros por leer como para detenernos en una relectura eterna. Pero en este caso, me alegro hasta límites insospechados de haberlo hecho.
Jane Austen nos presenta a la familia Bennet, de padres completamente distintos entre sí y sus cinco hijas, en un momento de lo más interesante. Netherfield Park ha sido alquilado y un caballero con buena fortuna y soltero es quien la regenta. Esta noticia correrá como la pólvora y hará que todas las jóvenes en edad casadera (y sus madres, por descontado) quieran tener la oportunidad de conocerle, con la consiguiente posibilidad de conquistarle.
Jane, la mayor de las hermanas Bennet será quien cause una buena primera impresión a Charles Bingley. Quien no dará ni recibirá buena impresión será Elizabeth, la segunda Bennet y la favorita del padre, pero no con Bingley, si no con el mejor amigo de este, Fitzwilliam Darcy, cuya fortuna haría palidecer a cualquiera. Ella no es lo suficientemente hermosa como para tentarle y sus palabras llenas de prejuicio le condenarán a que el orgullo de ella se interponga en una relación que podría haber sido más sencilla.
Pero Austen no se lo pone sencillo a las hermanas Bennet. Les coloca una serie de obstáculos que tan pronto te hacen reír como te obligan a dejar de respirar. Uno de ellos es el delicado tema de la herencia del padre de las Bennet, que no puede pasar a ninguna de sus hijas, si no que caerá en manos del señor Collins, un primo lejano clérigo que les hará algunas incómodas visitas con intenciones interesadas. Otro es la llegada del regimiento, con el consiguiente alborozamiento de las mujeres y la preciosa sonrisa de un soldado.
Elizabeth es inteligente, divertida y con un gran sentido de la justicia arraigado en lo más hondo de sus entrañas. Darcy es un hombre que no tiene facilidad para sonreír, el peso que carga sobre los hombros es demasiado para una persona y sus prejuicios son a lo primero a lo que recurre. Jane, la buena y dulce Jane que me enamoró en esta lectura y que me hizo darme cuenta de lo importante que es ser fiel a ti misma. Bingley, el voluble e influenciable Bingley, que tanto drama me provocó cuando marcha de Netherfield sin mirar atrás, pero que se ganó mi confianza inquebrantable en que era la ora mitad de Jane. Por otro lado es imposible hablar de Orgullo y prejuicio sin hablar de Wickham, ese personaje con dos caras, con una mentalidad tan retorcida e increíblemente bien conseguida que me dejó pasmada.
La psicología de los personajes es algo que Jane Austen trabajó mucho en todos sus trabajos y en este hace que cobren vida. Las relaciones humanas, tanto fraternales como románticas se hacen palpables. ¿Quién no sintió un escalofrío cuando lee por primera vez lo que le ocurrió a Georgiana? ¿No pensasteis en ningún momento darle un buen bofetón a Lydia para quitarle la tontería? (porque yo tenía instintos asesinos contra ella). Sin olvidarnos del fino y acertado sentido del humor que podemos encontrar en todas sus novelas.
Para finalizar os diré que, encontrándome ahora en el ecuador de este reto, estoy entusiasmada con las obras de Jane Austen. Me parece una forma magnífica para adentrarse en la época que retrata a la perfección.
Cita:
—Me sentí muy halagada cuando me sacó a bailar por segunda vez. No esperaba semejante cumplido.
—¿No? Pues yo sí. Hay gran diferencia entre nosotras. A ti, los cumplidos siempre te sorprenden; a mí, nunca. Era lógico que te sacase de nuevo a bailar. No podía evitar el ver que eras cinco veces más guapa que todas las mujeres que estaban en el salón. No le agradezcas esa galantería. Reconozco que es muy agradable, y te autorizo a que te guste. No sería el primer estúpido de quien quedas prendada.
—¿No? Pues yo sí. Hay gran diferencia entre nosotras. A ti, los cumplidos siempre te sorprenden; a mí, nunca. Era lógico que te sacase de nuevo a bailar. No podía evitar el ver que eras cinco veces más guapa que todas las mujeres que estaban en el salón. No le agradezcas esa galantería. Reconozco que es muy agradable, y te autorizo a que te guste. No sería el primer estúpido de quien quedas prendada.
2 comentarios:
Me encanta!!!
Estuve completamente enganchada a la lectura =)
Besotes
Sí!!! a mí también me pasó, gracias por el comentario =D
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