Título: Escándalo en primavera Cuarta parte de Las Wallflowers
Autora: Lisa Kleypas
Editorial: Vergara
Palabra clave sobre el género: Adulto, amor, familia, amistad
Puntuación total:
Edición: 2'5/5
Narración: 2'5/5
Diálogos: 2'5/5
Personajes: 2'5/5
Relaciones: 2'5/5
Autora: Lisa Kleypas
Editorial: Vergara
Palabra clave sobre el género: Adulto, amor, familia, amistad
Puntuación total:
Edición: 2'5/5
Narración: 2'5/5
Diálogos: 2'5/5
Personajes: 2'5/5
Relaciones: 2'5/5
¿Os ha pasado alguna vez que vais a alguna librería y tienen libros a dos euros? El ansia viva que me recorre cuando me ocurre eso (he de decir que me pasa bien poco) provoca que me compre libros que ni conocía, ni tenía intención de leer y que, consecuentemente, se ven abocados a cubrirse de polvo en mi estantería. Por suerte, no ocurre prácticamente nunca y, además, acaba llegándole el momento.
La primera sorpresa que me depararía esta novela es cuando se me ocurre leer el último párrafo de la cuarta de cubierta y descubro que es la cuarta entrega de una tetralogía romántica. Afortunadamente, al buscar por Internet, veo que pueden leerse en cualquier orden, aunque yo creo que leyendo esto ya me he destripado los demás amoríos.
El caso es que en Escándalo en primavera conocemos a Daisy Bowman, una joven independiente y de esas que tienen pájaros cantores en la cabeza. La novela comienza con un ultimátum de su padre, que ha decidido no invertir más dinero en conseguir un matrimonio de provecho para su hija menor y cortar por lo sano: concertar un matrimonio por ella. Y no lo decide a la ligera, llevan ya tres temporadas esperando a que alguien demuestre interés por Daisy y todas sus amigas, las conocidas Wallflower, ya se han casado. Algunas con quienes menos esperaban. Bowman lo tiene decidido, casará a Daisy con un hombre de su confianza y de buena familia, alguien a quien Daisy nunca soportó y que piensa que nunca se vería atraído por alguien como ella: Matthew Swift.
Por lo tanto, todas sus amigas se ponen manos a la obra, tienen que encontrar a un marido apropiado para ella antes de que se les pase el tiempo. Pero algo inesperado ocurre cuando Daisy está preparándose para pedir un deseo aparece un joven varonil apuesto que la enciende en el primer momento. Cuál será su sorpresa cuando descubra que ese hombre que la desarma no es otro que el desgarbado y poco agraciado señor Swift.
Desde entonces comienza una lucha de fuerzas entre ambos, Daisy se queda deslumbrada por su nuevo descubrimiento y, a la vez, se resiste a dar la satisfacción a su padre; Matthew tiene demasiados secretos a sus espaldas como para querer meter en problemas a Daisy y se enfrenta a Bowman por hacer planes a sus espaldas. La pasión, los celos y la despierta imaginación de la protagonista femenina nos granjea divertidos momentos, además de caldeados ambientes primaverales.
Lo cierto es que esta es la primera novela de Lisa Kleypas que leo y me ha entretenido muchísimo. Su forma de narrar, desde una perspectiva muy directa y amable, provoca en el lector una empatía instantánea. No creo que me lea el resto de las entregas de esta saga porque ya sé cómo acaba cada una de ellas, pero igualmente le daré una oportunidad a alguna otra saga de esta autora muy pronto.
Para terminar, os la recomiendo con creces si lo que buscáis es una novela entretenida para pasar el rato. Absteneos si queréis difíciles retratos psicológicos en forma de personajes o tramas trepidantes.
Cita:
La primera sorpresa que me depararía esta novela es cuando se me ocurre leer el último párrafo de la cuarta de cubierta y descubro que es la cuarta entrega de una tetralogía romántica. Afortunadamente, al buscar por Internet, veo que pueden leerse en cualquier orden, aunque yo creo que leyendo esto ya me he destripado los demás amoríos.
El caso es que en Escándalo en primavera conocemos a Daisy Bowman, una joven independiente y de esas que tienen pájaros cantores en la cabeza. La novela comienza con un ultimátum de su padre, que ha decidido no invertir más dinero en conseguir un matrimonio de provecho para su hija menor y cortar por lo sano: concertar un matrimonio por ella. Y no lo decide a la ligera, llevan ya tres temporadas esperando a que alguien demuestre interés por Daisy y todas sus amigas, las conocidas Wallflower, ya se han casado. Algunas con quienes menos esperaban. Bowman lo tiene decidido, casará a Daisy con un hombre de su confianza y de buena familia, alguien a quien Daisy nunca soportó y que piensa que nunca se vería atraído por alguien como ella: Matthew Swift.
Por lo tanto, todas sus amigas se ponen manos a la obra, tienen que encontrar a un marido apropiado para ella antes de que se les pase el tiempo. Pero algo inesperado ocurre cuando Daisy está preparándose para pedir un deseo aparece un joven varonil apuesto que la enciende en el primer momento. Cuál será su sorpresa cuando descubra que ese hombre que la desarma no es otro que el desgarbado y poco agraciado señor Swift.
Desde entonces comienza una lucha de fuerzas entre ambos, Daisy se queda deslumbrada por su nuevo descubrimiento y, a la vez, se resiste a dar la satisfacción a su padre; Matthew tiene demasiados secretos a sus espaldas como para querer meter en problemas a Daisy y se enfrenta a Bowman por hacer planes a sus espaldas. La pasión, los celos y la despierta imaginación de la protagonista femenina nos granjea divertidos momentos, además de caldeados ambientes primaverales.
Lo cierto es que esta es la primera novela de Lisa Kleypas que leo y me ha entretenido muchísimo. Su forma de narrar, desde una perspectiva muy directa y amable, provoca en el lector una empatía instantánea. No creo que me lea el resto de las entregas de esta saga porque ya sé cómo acaba cada una de ellas, pero igualmente le daré una oportunidad a alguna otra saga de esta autora muy pronto.
Para terminar, os la recomiendo con creces si lo que buscáis es una novela entretenida para pasar el rato. Absteneos si queréis difíciles retratos psicológicos en forma de personajes o tramas trepidantes.
Cita:
¿Lo había visto sonreír antes? Quizás en una o dos ocasiones. Daisy tenía un vago recuerdo de una de aquellas ocasiones, cuando el rostro de Swift era tan escuálido que lo único que Daisy percibió fueron unos dientes blancos encuadrados en una mueca que apenas reflejaba un sentimiento de alegría.
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