martes, 28 de abril de 2009

Una señal de su existencia



Esta mañana leí una noticia en la BBC Mundo que habla de la aparición en Auschwitz-Bikernau de una botella con un mensaje en ella, como en las novelas de aventuras que me leía cuando era pequeña pero aquí hay una gran diferencia y es que es verdad, tan verdad como la lluvia o que estoy escribiendo en este blog desde aquel día en marzo hace más de un año.

Eso lo hace más doloroso, mucho más. Pienso en las circunstancias de aquellos que escribieron, con un lapiz, sus nombres y el estómago se me encoge solo porque soy consciente de las cosas que sucedieron en aquel lugar.

El artículo dice que estaba escrito el nombre de siete personas, con los números que les impusieron y las ciudades de las que eran natales. Las edades en torno a las que oscilaban cuatro de ellos eran los 18 y 20 años, tres eran polacos y uno francés.

Se ha descubierto que al menos dos de ellos sobrevivieron a aquel infierno aunque aún no se ha averiguado lo que fue de ellos. 

El texto, según se ha verificado, fue escrito hace 65 años por lo que ¿quién sabe? es posible que se pueda dar con alguno de los supervivientes y cuente lo que les llevó a escribir esta nota. Quizá lo hicieron para dejar una señal de su existencia por si, en algún momento, aquel infierno en el que vivían acababa.

Otro dato del que se habla es el lugar exacto dónde lo encontraron. Por lo visto lo escondieron en lo que era un antiguo depósito nazi que en la actualidad es una escuela de la ciudad de Oscwiecim. Por lo visto unos albañiles estaban trabajando allí cuando la botella en cuestión se desprendió de la pared.

Esta historia, a mi parecer, es digna de ser recordado y por eso lo inmortalizo en mi blog con una imagen de la entrada del campo de concentración que tiene un letrero en el que pone "Arbeit macht frei" cuyo significado es "el trabajo libera" que he sacado de la Galería de Gilles Vauclair que tiene una carpeta entera dedicada a un viaje que hizo en el año 1989 a Auschwitz Bikernau.

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