-¿Quién eres? – preguntó en inglés.
-Soy griego – explicó chapurreando con poco éxito.
-Pues bien vamos – se lamentó el otro. – ¿Cómo te llamas? – volvió a la carga el desconocido.
El griego frunció el ceño, dándole a entender que no le comprendía.
-Oh, me he tenido que topar con un griego tonto… Vale… empecemos – el chico respiró hondo y se señaló. – Ayrton – entonces volvió el gesto hacia el otro chico.
-Alexander – respondió emocionado por haberle entendido.
-Bien, si eso no hubiera funcionado mi fe en Walt Disney hubiera caído en picado – dijo el chico rascándose la nuca.
Me encantan los flash back de Yin yang... realmente creo que es lo que más me gusta de la novela...
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