martes, 2 de junio de 2009

Diabólica

Cuenta la leyenda que en el sur de Francia, en los albores de 1450, tres jóvenes de gran pureza hicieron tres promesas que, aún pronunciadas desde el amor y el sacrificio, iban a abocarlos irremediablemente a la Oscuridad.
Así fue como Adrianne, la más pura entre las almas de la época, una joven que jamás había conocido la maldad, se vio empujada a entregar su alma al Maligno para salvar a quien más amaba.
Pero su sacrificio nunca fue suficiente y los hados iban a llevarla a una situación funesta en que tendría que decidir cuánto más estaba dispuesta a dar para salvar no sólo a quien amó en su inocencia, sino también a quien amaba con la oscuridad de su alma. Y, mientras tanto, un pueblo iba a ser testigo de la lucha entre el Bien y el Mal, pero no todos sobrevivirían.
Porque... el Mar no iba a conformarse con tres almas, si podía someter a toda la humanidad.
Título: Diabólica
Editorial: Versatil
Precio: 18 euros

Una persona como yo lee el texto de la contraportada y se abalanza sobre su cartera para cerciorarse de tener dinero suficiente para pagar semejante tentación. Se lo lleva a casa y lo coloca en la lista de los libros por leer hasta que el momento propicio llega y comienza la lectura en todos los momentos que su agenda le permite.

En un pueblecito al norte de Francia llamado Calhors, la vida se desarrolla con normalidad y la acción se centra en la relación de tres jóvenes de puro corazón y distintos entre sí que, por desgracias del destino, se ven separados por distintos sucesos que se entralazan entre sí. Adrianne, la más pura entre ellos, en cuyo corazón no hay cabida para cualquier cosa que no sea fe a Dios y amor a su querido Garpard hasta que llega su antiguo mejor amigo de la infancia Kartal, quien tuvo que criarse en la diabólica Valaquia bajo la tutela de Vlad el Empalador (sí, sí, ese mismo). Ese es el planteamiento de la obra de una manera muy sencilla.

Tengo que decir que en ha habido una serie de capítulos en los que me aburrí soberanamente en los que llegué a pensar "A ver, dónde está el Demonio" porque la acción estaba siendo más lenta de lo que pensaba, de lo que la contraportada me había prometido hasta que llegó él.

No, no me refiero al Maligno sino a Kartal Balan: de cabellos y ojos negros, apuesto y seductor. Vamos, el mejor personaje de la historia aunque salga menos de lo que me gustaría aunque he de admitir que la Adrianne de los últimos tres capítulos me encanta (vamos, yo me la encuentro y me muero de miedo...).

En muchas ocasiones pensaba que me gustaría haber leído la parte de Adrianne, Kartal y las tres concubinas (Bela, Aniela y Valeska) porque me parecía mucho más interesante que la de Gaspard. A ver, es que me pareció muy triste y deprimente, apenas disfrute porque estaba pensando "Este se suicida" en todo momento y así no se puede.

La verdad es que es una trama con una historia de amor precioso que burla las barreras de la razón pero la forma de narrar no es la mía, yo soy más sencilla y directa (también más bruta, todo hay que decirlo). Incluso ha habido adverbios cuyo significado era ligeramente desconocido para mí (sabía más o menos lo que querían decir pero no completamente).

Rasgos a destacar de la novela:
  • Kartal (sí, tiene que estar en todas partes).
  • Un desenlace perfecto, ningún otro hubiera quedado bien.
  • Los tres últimos capítulos.
  • El encuentro de Gaspard y Kartal en la plaza del pueblo.

4 comentarios:

Welzen dijo...

Me alegra encontrar a otra persona que no le terminó de gustar el libro, yo estoy por los primeros capítulos (llegué hasta la transformación) y lo hice por un esfuerzo de voluntad, porque los personajes son totalmente planos, sin matices, y el estilo a la hora de escribir es vetusto y más seco que el turrón del Jijona, será que yo también soy muy burra. Terminé harta de la pureza de la protagonista, y su relación tan pura con el amor de su vida.

Marta Cruces Díaz dijo...

Yo repito que me lo leí (además de porque soy incapaz de dejar un libro) por Kartal porque aunque salga mucho menos de lo quisiera. Sé que soy una pesada pero es que ese personaje rezuma misterio, me gustaría saber qué es lo que vive cuando se ve obligado a dejar Calhors.
Gracias por no dejarme ser la única que se crispó por la más pura (se me quedó completamente grabado)

Christine Blackwolf dijo...

Me encanta Kartal, su oscurantismo, su misterio...El final, perfecto...XDDD A mí si que me gustó...XD

Christine Blackwolf dijo...

A mi me encanta tb Kartal, su oscurantismo, su misterio,su frialdad...no sé...El final del libro me gustó mucho XDD