Una canción casi olvidada de Katherine Webb

Título: Una canción casi olvidada
Autora: Katherine Webb

Editorial: Lumen
Palabras clave sobre el género: Realista, adulto, misterio, superación, amor

Puntuación total: 4/5
Edición: 4/5
Narración: 4/5
Diálogos: 3/5
Personajes: 4/5
Relaciones: 4/5

Este libro llegó a mi casa en octubre, por cortesía de Lumen quien ha mimado la historia de Katherine Webb como merece. Ya os hablé de ella brevemente cuando os dije que había conocido a la autora en un encuentro que organizó la editorial y después, cuando se acercaba el fin de año volví a nombrarla cuando hablé de mis libros preferidos del 2012.

Zach Gilchrist es nuestro protagonista, no es un joven ante el que se presenta un futuro brillante, es una persona en la mitad de su existencia a quien se le escapan las cosas buenas entre los dedos. Primero su sueño de ser artista puesto que lleva largo tiempo sin que sus dedos toquen los pinceles para empapar los lienzos. Después su galería, un trabajo que no estaba hecho para él puesto que está poco dispuesto a vender aquellos cuadros que realmente valen algo. Por último su matrimonio que se fue al garete tiempo atrás continúa con sus estragos cuando su ex pareja, Ali, se lleva a su pequeña hija Elise a Boston, lejos de su padre.

Es entonces cuando su existencia se resquebraja totalmente y en ese cascarón aparentemente vacío recibe una llamada, de un editor, que le recuerda una promesa que realizó hace tiempo y que, como todos sus proyectos, parecen abocados a estar inconclusos. Se trata de la escritura de una biografía completamente novedosa del pintor Charles Aubrey del siglo XX que había deslumbrado con sus retratos. La atracción que Zach siente por Aubrey nació gracias a su abuela, quien siempre le ha dicho que conoció al pintor en Blacknowle, un pueblecito de Dorset. El editor le recuerda su compromiso y él decide retomar ese proyecto, para ello viajará a uno de los lugares donde Charles Aubrey pasó los últimos veranos de su vida antes de luchar en la Segunda Guerra Mundial, en la que moriría como muchos otros. Cuando se embarca en este viaje, desconoce lo que se va a encontrar y lo que va a cambiar en el transcurso de los acontecimientos.

Paralelamente tenemos a Dimity Hatcher, una anciana que conoció de primera mano a Charles Aubrey en su niñez. Su vida cambió radicalmente cuando él y su familia llegaron a Blacknowle. Ahora en los últimos tiempos de su vida la conocemos como una persona acosada por los espíritus de su pasado y por sus propios recuerdos en su atormentada mente. Es un personaje que personalmente me enloqueció en su pasado y me producía ternura en el presente, lo que hizo que no acabara de soportarla.

En cuanto a la escritura de Katherine Webb fue lo que me decidió a incluirla en la lista de mis preferidos del 2012 porque me encantó. La mezcla del pasado y del presente que al final acaba por fundirse en uno, gracias a lo que se resuelven todas las incógnitas que se van suscitando a lo largo de la novela. Este juego narrativo está hecho con mucho cuidado y premeditadamente por lo que no se encuentran fisuras que hagan extraña su lectura. Sus descripciones y sus personajes son muy visuales pero no cargantes, lo que hace que sean perfectos.

Para terminar quiero recomendarlo para aquellos amantes de la novela de misterio intimista en la que los personajes mismos son los que guardan un secreto que entraña mucho dolor. Zach, Dimity y los demás integrantes de esta canción no son buenos o malos, son personas de carne y hueso que cometen errores, y son tan fuertes como para llegar a reconocerlos.

Tengo otro libro en mi estantería de pendientes escrito por esta autora, El legado se llama y estoy deseando leerlo en cuanto tenga oportunidad así que ya os contaré si vuelve a engatusarme Katherine Webb con su curiosa manera de entrelazar el presente y el pasado.

Cita:

La sensación de que llegaba alguien, y que su presencia haría que salieran todas las personas que había perdido, y las personas que había temido, para agazaparse en los oscuros rincones de la casa y esperar, fuera de la vista, la oportunidad para exponer sus exigencias. Exigirían verdades que ella había ocultado durante décadas a todos, a veces incluso a ella misma.