martes, 15 de octubre de 2013

Un buen amigo

¡Hola a todos! Hace bastante tiempo (desde que terminé de escribir el Relojero por aquí) que no publico nada escrito por mí que no sea una reseña o una crónica de un evento. Lo cierto es que hace meses que quería hacerlo pero no encontraba el momento, ni la inspiración necesaria para hacer algo que valiera la pena y que fuera un relato suelto.
Por ello me interesé por el Taller de Escritura Be Literature que creó Leara y en el que participan bastantes blogueros que tienen muchísima ilusión (como yo) de compartir sus escritos y de probar a crear una rutina para su escritura. Llevaba ya varios meses "suscrita" al grupo de facebook pero las fechas se me pasaban sin que me diera tiempo a escribirlo.
Hoy me he plantado y me comprometo a hacerlo a tiempo cada quincena.

Aquí ya me callo y os dejo con mi microrrelato de 200 palabras.

Edito: Se me ha olvidado poner la imagen y la canción que han valido de inspiración para el relato. En esta ocasión me he valido más de la ilustración porque me conquistó en el mismo instante que la vi.

Un buen amigo
Él estaba con otra justo delante. Casi podía ver a través del cristal oscuro de sus gafas de sol como el espeso rímel de sus pestañas se convertía en negras lágrimas de sufrimiento. Moví la mano instintivamente para tomar la suya y la apreté cariñosamente. Ella casi dio un respingo, como si hubiera olvidado que me encontraba a su lado, acompañándola. La sonrisa que me dirigió fue triste, apagada, apenas una mueca en sus labios pintados de rojo.
—No te preocupes —le dije en voz baja—. No voy a decir que no dejes que te afecte, porque sé que le quieres más de lo que quieres aceptar, pero no merece ni una sola de tus lágrimas. Es como en esa película de Indiana Jones en la que tienen que elegir cuál es el cáliz del Santo Grial. Un día se mirará al espejo y podrá escuchar en su mente un “has elegido mal” —forcé que la voz fuera lo más dramática posible, como en la película, y surtió efecto.
Las comisuras de sus labios se estiraron en direcciones contrarias y simétricas. Ahí estaba la chica de la que estaba enamorado, superando un bache más de su difícil historia sentimental.

9 comentarios:

Thia017 dijo...

Me ha gustado. Es un relato fluido y sencillo. Bien por ti.

Malabaricien dijo...

Me gusta!

José Virgilio Neckriagén. dijo...

El karma de la friendzone, se explica por sí mismo. Nos seguimos leyendo.

Veritas dijo...

Una historia sencilla y con gancho. Funciona, funciona muy bien. Ojalá pudiera saber más :)

Marta Cruces Díaz dijo...

Muchas gracias por los comentarios!!! He intentado que el relato dijera algo más allá de esas 200 palabras y creo que lo he conseguido =D

Anna Roldós dijo...

No está mal, pero estoy convencida de que podrías haberlo hecho mejor ;) Quizás es que me ha parecido muy plano y sin ningún giro sorprendente. Para mi gusto le ha faltado la guinda del pastel.

Aun así es genial que te hayas animado a seguir una rutina para escribir. A veces se pasan rachas poco productivas, pero la inspiración siempre termina regresando ;)

Marta Cruces Díaz dijo...

Iri!! muchas gracias por el comentario y sí que creo que quedó plano, sobre todo por los personajes (cuando es algo que a mí me obsesiona al escribir), pero se me echó el tiempo encima y lo escribí en un cuarto de hora o algo así.
Estaba más concentrada en que ocupara 200 palabras y que sonara bien, que en los personajes o la historia quedara bien finalizada :)
En los próximos, intentaré mejorar eso y tomármelo con más tranquilidad!!

JacoboCA dijo...

Muy chulo
Por cierto, ¿seguirá el relojero?

Marta Cruces Díaz dijo...

Gracias por el comentario, es bastante posible que continúe el Relojero pero haciendo cambios en lo que ya tengo escrito para sacarle mayor partido a la historia. Algunos de estos cambios fueron sugeridos por los que leyeron el relato cuando lo publiqué aquí.
De todas formas, cuando vaya a retomar ese proyecto, seguramente retire del blog el original =D