miércoles, 30 de septiembre de 2015

Sueños de piedra de Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Título: Sueños de piedra
Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Editorial: Nocturna Ediciones
Palabras clave sobre el género: Personajes, superación, amor, fantasía, aventuras

Puntuación total: 4'5/5
Edición: 4/5
Narracion: 4/5
Diálogos: 4'5/5
Personajes: 4'5/5
Relaciones: 4'5/5

Seguro que, con poco acostumbrados que estéis a entrar en redes sociales y blogs de literatura, sabéis de la existencia de este libro. Puede que ya lo hayáis leído, que estéis en proceso o que aún no tengáis la suerte de tenerlo pero permitirme haceros una sugerencia: haceros con él porque creo que no os arrepentiréis.

Sueños de piedra nos lleva a Marabilia, un continente dividido en varios reinos y que depara muchas sorpresas a sus visitantes. Esta novela comienza en el palacio de Duan, cuando Arthmael de Silfos, príncipe y heredero al trono, conoce a su hermanastro Jacques. Esta situación podría quedar simplemente en una anécdota incómoda para él, si no fuera porque su padre ha decidido proclamarle como hijo legítimo y, por lo tanto, quedaría por delante de Arhtmael en la línea sucesoria. Con su derecho puesto entredicho y su padre sin querer retractarse, decide tomar las riendas de su vida y demostrar a todo su pueblo que se equivoca, que puede ser mucho más que una cara bonita y mucho encanto. Aunque claro, de eso tiene a montones. Por ello sale a escondidas de palacio para partir en busca de aventuras.

Paralelamente conocemos a Lynne, una joven que ha vivido una difícil existencia que no tiene nada que ver con la del otro protagonista. Ella lo perdió todo y acabó viviendo en la calle, de allí la sacó el desalmado de lord Kenan y la llevó a uno de sus prostíbulos para enseñarle el oficio de la forma más brutal posible. Desde entonces ella ha querido marcharse y conseguir cumplir su sueño, convertirse en mercader como su padre y no volver a ser utilizada por nadie. Por eso, coincidiendo con la misma noche en la que Arthmael se escapa, Lynne hace todo lo posible de salir de ese mundo y recobrar la libertad.

Y luego está Hazan, a quien es completamente imposible no adorar desde el principio. Este pequeño aprendiz de hechicero que no es muy diestro con la magia está en una misión muy importante. Debe encontrar el antídoto para curar a su hermana y Lynne y Arthmael, por distintos motivos, deciden acompañarle en su viaje.

Con esta presentación nos adentramos en las mentes de los dos protagonistas, en cuyos capítulos nos sorprenderán con confesiones sobre sus más oscuros secretos y anhelos. Mientras tanto se irán enfrentando a aventuras en lugares mágicos y a criaturas salidas de leyendas, logrando sorprender al lector y a sí mismos por lo que van aprendiendo por el camino.

Es muy importante dejar claro que aunque se trate de una novela de fantasía y aventuras, es una novela extremadamente centrada en los personajes. Su evolución y sentimientos son lo más importante de esta lectura. Arthmael se convirtió en mi personaje preferido casi desde el principio, me he reído con él como hace mucho que no me sucedía con un libro. Me encantan sus ocurrencias, su amor propio e incluso su talento para decir las cosas que no se deben decir. Pero sobre todo me ha encantado por, a pesar de ser insufrible en muchas ocasiones, su evolución. Por otro lado tenemos a Lynne, quien me ha resultado más difícil de llegar por su dolorosa situación. No es sencillo encontrarte en su cabeza y leer lo que ella siente e incluso lo que no. De ella he valorado mucho el coraje y el buen corazón que tiene, aunque ella misma se lo niegue. Lo mejor de ambos es que las autoras les han dotado de una personalidad propia, cada uno tiene unos rasgos distintivos que no dejan lugar a dudas sobre quién está narrando en cada momento.

Y bueno, luego está el bueno de Hazan, que se encuentra en un prudente segundo plano pero que es el pegamento que une a los dos protagonistas. De él no podemos olvidarnos. A su personaje le descubrimos mucho más lentamente, puesto que no tiene voz narrativa, pero su papel es completamente indispensable para gran parte de los sucesos. Soñador, amable y valiente, sin duda tres rasgos que le caracterizan, todo acompañado por una preciosa sonrisa.

De verdad que no sabéis lo difícil que resulta hablar de esta novela sin entrar en spoilers que os estropeen la lectura a los que no habéis podido leerla aún. Sobre todo cuando se trata de hablar de estos personajes, cuya evolución avanza en consonancia con la novela.

La escritura de esta novela está íntimamente ligada con los personajes, ya que son ellos los que nos muestran con sus palabras lo que piensan y les sucede. Como ya había hecho en sus anteriores novelas, Iria y Selene utilizan una narración en primera persona, colocándose en las pieles de Lynne y Arthmael respectivamente. Esto ha hecho que sus voces sean más particulares si cabe, ya que son manejadas por una sola persona. Sin duda, lo que más se debe valorar de ellas son los diálogos y la maravillosa capacidad que tienen para poner por escrito los sentimientos. En esta ocasión me han hecho llorar de la risa y entristecerme cada vez que les ocurría algo a los personajes, como si fueran amigos a los que temes perder. Cuando leí Alianzas dije que se notaba una gran mejoría, pero es que con Sueños de piedra se mueven como peces en el agua, sorprendiendo y tocando la fibra sensible de cada lector. Y no hablemos de lo que me ha hecho sentir ese final tan perfecto, porque entonces os estropeo toda la sorpresa.

No quería terminar sin decir también que la edición que ha hecho Nocturna me parece estupenda, tanto por la maquetación como por todos los detalles gráficos. Aunque la novela se merece todos y cada uno de ellos. Sueños de piedra es una novela que enseña que todos podemos cumplir nuestros anhelos, que solo necesitas el coraje para enfrentar los obstáculos que quieren ponerte en el camino.

Cita:
—¡Por supuesto! —contesto, haciendo una reverencia—. ¡Que nadie diga que Arthmael de Silfos no es un hombre bondadoso y noble que se preocupa por su pueblo! —Miro alrededor y constato que estamos solos, aunque nunca se saque quién puede estar cerca. Muchos rumores empiezan por eso de que alguien oyó a alguien decir algo —. Dime, pues, ¿qué puedo hacer por una joven tan agraciada? ¿Escoltarte a casa? ¿Algún malhechor ha amenazado tu honra, princesa?
Ella alza una ceja. Espero que la expresión de escepticismo tenga que ver con la inexistencia de su virginidad y no con mi declamación. La fantasía que se está desarrollando en una parte de mi mente sería un poco incómoda de no ser así.

1 comentario:

Shorby dijo...

Tengo muchas ganas de leerlo =)

Besotes