Título: Todas las hadas del reino
Autora: Laura Gallego
Editorial: Montena
Palabras clave sobre el género: Fantasía, cuentos de hadas, misterio, sentimientos
Puntuación total: 4'5/5
Edición: 4/5
Narración: 4/5
Diálogos: 4/5
Personajes: 5/5
Relaciones: 5/5
Autora: Laura Gallego
Editorial: Montena
Palabras clave sobre el género: Fantasía, cuentos de hadas, misterio, sentimientos
Puntuación total: 4'5/5
Edición: 4/5
Narración: 4/5
Diálogos: 4/5
Personajes: 5/5
Relaciones: 5/5
Si me leéis desde hace tiempo, lo más seguro es que sepáis que Laura Gallego es de mis autoras preferidas y que nunca me pierdo un nuevo lanzamiento (bueno, habrá alguno que me haya dejado pendiente, pero son los menos), por eso desde que anunció en su página web que iba a publicar nueva novela, me la apunté para comprarla en cuanto saliera. En marzo de este 2015 se publicó Todas las hadas del reino y en este mes de mayo di buena cuenta de la novela.
Es cierto que no soy una lectora objetiva cuando se trata de Laura, sus novelas me encajan tan fácilmente como unos guantes y es bastante sencillo que los disfrute. Por eso sabía que Todas las hadas del reino no me iba a decepcionar. La historia ahonda en el mundo de los cuentos de hadas, algo que otros autores y series que me gustan han hecho, pero le añadió el componente típico de Laura: unos personajes especiales y un tratamiento de las relaciones sentimentales muy realista.
Nuestro punto de vista es una tercera persona que sigue con creciente interés los sucesos ocurridos de Camelia, una de las hadas madrinas de los reinos humanos. Aunque no lo aparenta, ella tiene más de trescientos años y cientos de ahijados a la espalda. Es concienzuda con su trabajo y siempre da lo mejor de sí misma para guiarles. Cuando nosotros la conocemos a través del libro, Camelia está muy atareada con cinco ahijados con problemas de lo más variopintos con los que tendrá que vérselas para que no se le despendolen. Es entonces cuando una de sus compañeras, Orquídea, la más arquetípica que os podáis imaginar, aparece para delegar con uno de sus ahijados. El chico en cuestión se llama Simón y es imposible encontrar a nadie más común y corriente que él, el problema es que sus sueños no están a la altura de sus supuestas posibilidades y pretende que Camelia se ocupe de él.
Con este precepto tan simple, en el que la protagonista adquiere el “rol” de mentora, Laura nos introduce en un mundo en el que las apariencias pueden engañar y la historia no desemboca por los derroteros habituales. Camelia se ha convertido en una de mis protagonistas preferidas: por su seriedad a la hora de plantar cara a los problemas y cargar con la responsabilidad siempre que puede. También Simón me ha parecido muy buen personaje por las buenas intenciones y la seguridad con la que intenta cada momento que tiene que afrontar. Pero es Ren quien me ha ganado, es aquí donde Laura ha vuelto a sorprenderme. Crea un personaje secundario, que en cualquier otro caso tendría una mera utilidad, y lo convierte en un imán para la lectura, sus escenas se devoran y posee un misticismo de lo más atractivo.
También os podría hablar de las demás hadas madrinas, que forman un grupo que reúne todas las virtudes (así como varios defectos) del mundo. Me parece maravilloso el modo en el que Laura con unas pinceladas nos ayuda a interiorizar a cada personaje aunque sea secundario y eso se nota sobre todo con las hadas. Ninguna se queda en el molde y todas tienen algo que aportar llegado el momento. Humaniza hasta tal punto a unas criaturas de cuento que te olvidas que tienen alas y que pueden convertirte en sapo.
En cuanto a la escritura de Laura Gallego, como he dicho al principio de la reseña, no puedo ser objetiva. Hay personas que no estarán de acuerdo conmigo pero me parece que su prosa consigue evocar perfectamente los lugares y que es una maestra cuando se refiere a los sentimientos. Con muy poco dice muchísimo. Un sonrojo inesperado o una risa en el momento justo es lo que hace que las relaciones que traza con palabras sean más reales y tangibles. Además de que no le da miedo arriesgar, no teme disgustar porque sabe que sus personajes y su historia merecen la única verdad. Y a veces la verdad duele.
Para terminar os diré que en mi trabajo me he dado cuenta de que a mucha gente le echa para atrás la portada, pensando que es más infantil que otras novelas suyas. Os diré, personalmente, que me parece una novela madura, divertida, seria y con una fantasía muy propia que pueden disfrutar tanto niños, jóvenes y adultos. Las palabras de Laura no entienden de edades y eso creo que es la mejor cualidad que una autora puede tener.
Cita:
Es cierto que no soy una lectora objetiva cuando se trata de Laura, sus novelas me encajan tan fácilmente como unos guantes y es bastante sencillo que los disfrute. Por eso sabía que Todas las hadas del reino no me iba a decepcionar. La historia ahonda en el mundo de los cuentos de hadas, algo que otros autores y series que me gustan han hecho, pero le añadió el componente típico de Laura: unos personajes especiales y un tratamiento de las relaciones sentimentales muy realista.
Nuestro punto de vista es una tercera persona que sigue con creciente interés los sucesos ocurridos de Camelia, una de las hadas madrinas de los reinos humanos. Aunque no lo aparenta, ella tiene más de trescientos años y cientos de ahijados a la espalda. Es concienzuda con su trabajo y siempre da lo mejor de sí misma para guiarles. Cuando nosotros la conocemos a través del libro, Camelia está muy atareada con cinco ahijados con problemas de lo más variopintos con los que tendrá que vérselas para que no se le despendolen. Es entonces cuando una de sus compañeras, Orquídea, la más arquetípica que os podáis imaginar, aparece para delegar con uno de sus ahijados. El chico en cuestión se llama Simón y es imposible encontrar a nadie más común y corriente que él, el problema es que sus sueños no están a la altura de sus supuestas posibilidades y pretende que Camelia se ocupe de él.
Con este precepto tan simple, en el que la protagonista adquiere el “rol” de mentora, Laura nos introduce en un mundo en el que las apariencias pueden engañar y la historia no desemboca por los derroteros habituales. Camelia se ha convertido en una de mis protagonistas preferidas: por su seriedad a la hora de plantar cara a los problemas y cargar con la responsabilidad siempre que puede. También Simón me ha parecido muy buen personaje por las buenas intenciones y la seguridad con la que intenta cada momento que tiene que afrontar. Pero es Ren quien me ha ganado, es aquí donde Laura ha vuelto a sorprenderme. Crea un personaje secundario, que en cualquier otro caso tendría una mera utilidad, y lo convierte en un imán para la lectura, sus escenas se devoran y posee un misticismo de lo más atractivo.
También os podría hablar de las demás hadas madrinas, que forman un grupo que reúne todas las virtudes (así como varios defectos) del mundo. Me parece maravilloso el modo en el que Laura con unas pinceladas nos ayuda a interiorizar a cada personaje aunque sea secundario y eso se nota sobre todo con las hadas. Ninguna se queda en el molde y todas tienen algo que aportar llegado el momento. Humaniza hasta tal punto a unas criaturas de cuento que te olvidas que tienen alas y que pueden convertirte en sapo.
En cuanto a la escritura de Laura Gallego, como he dicho al principio de la reseña, no puedo ser objetiva. Hay personas que no estarán de acuerdo conmigo pero me parece que su prosa consigue evocar perfectamente los lugares y que es una maestra cuando se refiere a los sentimientos. Con muy poco dice muchísimo. Un sonrojo inesperado o una risa en el momento justo es lo que hace que las relaciones que traza con palabras sean más reales y tangibles. Además de que no le da miedo arriesgar, no teme disgustar porque sabe que sus personajes y su historia merecen la única verdad. Y a veces la verdad duele.
Para terminar os diré que en mi trabajo me he dado cuenta de que a mucha gente le echa para atrás la portada, pensando que es más infantil que otras novelas suyas. Os diré, personalmente, que me parece una novela madura, divertida, seria y con una fantasía muy propia que pueden disfrutar tanto niños, jóvenes y adultos. Las palabras de Laura no entienden de edades y eso creo que es la mejor cualidad que una autora puede tener.
Cita:
Sí; había sido un largo día, pero no muy diferente a otros muchos. No obstante, cada año que pasaba se sentía más cansada. Se preguntó cuál sería la razón. ¿Tenía tal vez demasiados ahijados? ¿O los problemas que le planteaban eran más complejos con cada nueva generación? ¿Eran los jóvenes actuales más exigentes que los del siglo anterior? Quizá lo que le sucedía, simple y llanamente, era que el tiempo no pasaba en balde, ni siquiera para las hadas.
5 comentarios:
Al igual que a ti Laura Gallego me tiene enamorada, y también intento hacerme con todo los libros de ella que puedo. Este me gustó mucho^^
Saludos.
Pues a mí no me echa para atrás la portada en absoluto. Es más, me parece bien chévere. Nunca he leído nada de Laura Gallego. ¿Te parece que puedo comenzar con este libro?
Una de mis próximas compras =)
Besotes
Vaya alegría me habéis dado de buena mañana, muchas gracias por los comentarios.
@Gé yo creo que Laura crea adicción porque cuando terminas una novela suya ya estás yendo a su web a ver para cuándo es la siguiente -.-
@AnnaKatzen me alegra muchísimo que te guste la portada, a mí la verdad es que también me gusta pero he notado que a la gente le da la sensación de que es un libro más infantil y para mí no lo es. Este libro está genial para empezar, lo bueno de Laura es que tienes novelas para todos los gustos. Te recomiendo que vayas a su web y consultes las sinopsis de sus novelas, así sales de dudas.
@Shorby espero que lo disfrutes!!!
Me alegro de que te haya gustado, yo espero leerla aunque no es de mis prioridades en este momento.
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