lunes, 9 de marzo de 2009

¿Dónde está tu corazón? terminada

Hace unos días terminé una historia que había empezado después de haber terminado Sueños para desconectar del narrador en primera persona que había supuesto esa novela. La verdad es que al final no fue tan tonta como pensé en un principio y me ha hecho ilusión, no se ha convertido en una de las 10 que más han significado para mí pero sí me ha enseñado que soy capaz de hacer finales que no son del todo felices (cosa que me cuesta mucho).

Me gustaría decir que esta novela la voy a mandar a alguna editorial pero no va a ser así, va a ser catalogada del tipo que no estoy segura de que podría llegar a algo porque mientras la escribía no he sentido nada demasiado especial aunque sí que su resultado ha sido mejor de lo que esperaba y la única persona la que la ha leído he sido yo y no creo que se la preste a nadie...

Ahora dejaré de dar vueltas y contaré de qué trata.


El sueño de Ricardo es llegar a exponer en una sala de arte sus cuadros mientras que el de Dara es ganar la única beca existente de baile disponible para su ciudad. Es hecho del destino y de la casualidad que ambos jóvenes se encuentren en el Museo del Prado, uno por gusto y otra por acompañar a una de sus mejores amigas. Se sentaron en el mismo banco y al cruzar la primera mirada sintieron una atracción más allá de toda lógica.
Son de mundos distintos ya que aquello a lo que dedican su vida y su alma son completamente diferentes pero dejaron de lado lo más importante para dedicarse al otro.
¿Podrán juntar sus mundos sin tener que renunciar a sus sueños?


Ricardo es un chico bastante sencillo en un principio pero cuando tocas su arte puede ser la persona más compleja del universo.
Dara es bastante más difícil pero aparenta lo que es. Su mundo siempre ha sido poco agradable y está acostumbrada ha salir solita de todos los líos en los que se mete (que no son pocos)


La novela tiene 160 páginas más un pequeño añadido de 20 páginas que describe el futuro de los dos protagonista y unos poquitos secundarios.


Dara se acercó a Ricardo, agarrándole del brazo justo al llegar a su altura y le guiñó un ojo, el chico sonrió revolviéndole el cabello castaño con suavidad.
- ¿Qué vamos a hacer hoy? - preguntó Dara en voz muy baja.
- Voy a llevarte a mi lugar preferido.

2 comentarios:

Malabaricien dijo...

"la única persona la que la ha leído he sido yo y no creo que se la preste a nadie..."
Si no la va a leer nadie más... ¿para qué la escribes?, es decir, un pintor pinta cuadros para ser expuestos. Un mago hace magia para ser visto e ilusionar a la gente, un músico toca para que la gente le oiga y lo disfrute. Al igual, ¿para qué escribir un libro si nadie lo leerá?

Marta Cruces Díaz dijo...

No quería decir eso exactamente pero entiendo a lo que te refieres, Malabaricien.
Sí que se la dejaría leer a cualquier persona si me la pide explicitamente porque el argumento le ha llamado la atención pero si una persona me viene algún día y me pide alguna historia mía no le daría ¿Dónde está tu corazón? porque no me ha marcado, es una historia superflua que está bien para pasar el rato pero no es de lo mejor que he escrito.
Un beso y espero que te pases por aquí ^^