Autora: Elena Martínez
Editorial: Nowevolution editorial
Palabras clave sobre el género: Juvenil, realista, cyberbullying, amistad
Puntuación total: 3/5
Edición: 3/5
Narración: 3/5
Diálogos: 3/5
Personajes: 3/5
Relaciones: 3/5
El pasado 1 de octubre acudí como invitada a un encuentro en la librería infantil y juvenil Liberespacio de Madrid en donde nos presentaron la novela Bajo el paraguas azul. Lo cierto es que me llamó la atención la sinopsis y las opiniones que leí de varios autores que la habían leído. El encuentro fue muy familiar y agradable, además de tener la oportunidad de escuchar a la autora hablar de su experiencia como docente al enfrentarse a casos de acoso.
Antes de nada deciros que la novela es muy breve, pero terriblemente intensa; yo me la leí a lo largo de un día y muchos de los momentos clave los leí sin apenas poder respirar. Después de todo, esta novela trata un tema muy espinoso y que está demasiado presente en nuestra actualidad. Por eso mismo es importante que existan novelas de este tipo que pongan de manifiesto estos problemas e intenten ayudar a personas que sufren acoso a entender que ellos no son culpables de nada. Y que siempre se puede hacer algo.
Al empezar la novela conocemos a Glauca, una chica que pese a su curioso nombre, es tan normal como puedes ser tú y puedo ser yo. Una chica gordita que no se quiere demasiado, que se ve imperfecta a sus ojos y que está pasando por un momento difícil en la familia, puesto que sus padres se están divorciando. Pese a ello desde hace tres meses, tiene una razón para ser muy feliz, ya que el chico por el que lleva colada muchísimo tiempo, Sergio, está saliendo con ella.
Su relación parece maravillosa para Glauca, pero Sergio quiere más y como ella no se siente preparada para ello, le pide que le envíe fotografías para su disfrute personal. En el momento en el que Glauca le da al botón de enviar, su suerte está echada. Esa fotografía deja de ser suya y privada, a flotar en el vasto mundo de la red de redes. Aunque ella no es consciente de ello hasta que va al instituto.
Desde ese momento seremos testigos de lo que significa el término cyberbullying y de lo que implica sufrirlo. El anonimato del que puedes gozar en Internet puede ser muy dañino para aquella persona de la que te burlas en alguna red social y veremos cómo Glauca debe enfrentar el miedo. Y nosotros viviremos ese terror con ella.
La novela en sí es bastante buena porque su argumento es potente y está bien llevado, pero creo que la autora se ha metido demasiado en su mundo. Me explico. A lo largo de la novela encontraremos muchos guiños y muchas cosas que quedan un poco en el aire si el lector no conoce el ámbito en el que se mueve la autora. Hay muchas que son completamente comunes, pero otras no tanto y eso provoca que la lectura se haga más cuesta arriba.
En cuanto a los personajes, Glauca es una protagonista que es sujeto y objeto de la historia. Ella realiza acciones y sufre sin piedad unas consecuencias desmedidas. Aprende casi a golpes y hace que al lector se le encoja el estómago al saber dónde puede acabar esa historia. En cuanto a los secundarios quiero destacar la importancia del apoyo de los amigos y profesores, porque en muchas ocasiones esto se pasa por alto y en la realidad no es tan bonito como en la ficción. Vivir en la ignorancia es lo más cómodo en esta circunstancia y por eso valoro tantísimo que Elena Martínez haya creado personajes como Alberto y Amaya.
La escritura es sencilla y con un ritmo acelerado aunque hay algunas intervenciones en los adolescentes que me chirriaron un poco, en general me parecieron realistas. Se nota que la autora sabe de lo que habla cuando nos narra las escenas más crudas de su novela y trata a los personajes como lo que deben demostrar: víctimas, monstruos, mediadores, etc…
Para terminar os quería invitar a que le dierais una oportunidad a esta novela tan cortita que os hará pensar y quizá revivir momentos del instituto, agradables o no, porque es una época que no debemos olvidar. Al leer Bajo el paraguas azul he recordado lo vulnerables que somos en la adolescencia y lo difícil que resulta pedir ayuda, por eso creo que esta lectura debería llegar a colegios y centros sociales para que cumpla su cometido. Ayudar y enseñar.
Cita:
Antes de nada deciros que la novela es muy breve, pero terriblemente intensa; yo me la leí a lo largo de un día y muchos de los momentos clave los leí sin apenas poder respirar. Después de todo, esta novela trata un tema muy espinoso y que está demasiado presente en nuestra actualidad. Por eso mismo es importante que existan novelas de este tipo que pongan de manifiesto estos problemas e intenten ayudar a personas que sufren acoso a entender que ellos no son culpables de nada. Y que siempre se puede hacer algo.
Al empezar la novela conocemos a Glauca, una chica que pese a su curioso nombre, es tan normal como puedes ser tú y puedo ser yo. Una chica gordita que no se quiere demasiado, que se ve imperfecta a sus ojos y que está pasando por un momento difícil en la familia, puesto que sus padres se están divorciando. Pese a ello desde hace tres meses, tiene una razón para ser muy feliz, ya que el chico por el que lleva colada muchísimo tiempo, Sergio, está saliendo con ella.
Su relación parece maravillosa para Glauca, pero Sergio quiere más y como ella no se siente preparada para ello, le pide que le envíe fotografías para su disfrute personal. En el momento en el que Glauca le da al botón de enviar, su suerte está echada. Esa fotografía deja de ser suya y privada, a flotar en el vasto mundo de la red de redes. Aunque ella no es consciente de ello hasta que va al instituto.
Desde ese momento seremos testigos de lo que significa el término cyberbullying y de lo que implica sufrirlo. El anonimato del que puedes gozar en Internet puede ser muy dañino para aquella persona de la que te burlas en alguna red social y veremos cómo Glauca debe enfrentar el miedo. Y nosotros viviremos ese terror con ella.
La novela en sí es bastante buena porque su argumento es potente y está bien llevado, pero creo que la autora se ha metido demasiado en su mundo. Me explico. A lo largo de la novela encontraremos muchos guiños y muchas cosas que quedan un poco en el aire si el lector no conoce el ámbito en el que se mueve la autora. Hay muchas que son completamente comunes, pero otras no tanto y eso provoca que la lectura se haga más cuesta arriba.
En cuanto a los personajes, Glauca es una protagonista que es sujeto y objeto de la historia. Ella realiza acciones y sufre sin piedad unas consecuencias desmedidas. Aprende casi a golpes y hace que al lector se le encoja el estómago al saber dónde puede acabar esa historia. En cuanto a los secundarios quiero destacar la importancia del apoyo de los amigos y profesores, porque en muchas ocasiones esto se pasa por alto y en la realidad no es tan bonito como en la ficción. Vivir en la ignorancia es lo más cómodo en esta circunstancia y por eso valoro tantísimo que Elena Martínez haya creado personajes como Alberto y Amaya.
Para terminar os quería invitar a que le dierais una oportunidad a esta novela tan cortita que os hará pensar y quizá revivir momentos del instituto, agradables o no, porque es una época que no debemos olvidar. Al leer Bajo el paraguas azul he recordado lo vulnerables que somos en la adolescencia y lo difícil que resulta pedir ayuda, por eso creo que esta lectura debería llegar a colegios y centros sociales para que cumpla su cometido. Ayudar y enseñar.
Cita:
Fernando abandonó el despacho cabizbajo, preguntándose qué consecuencias tendría lo ocurrido para Glauca. Estaba seguro, por haberlo vivido en otro centro, de que todo eso acabaría muy mal…
2 comentarios:
Parece entretenido y ameno, me lo apuntare.
Un beso
Hola Espe!! Sí, la verdad es que merece la pena darle una oportunidad. Espero que lo disfrutes =D
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