Título: El cáliz Segunda parte de la trilogía Joanna Stafford
Autora: Nancy Bilyeau
Editorial: Alevosía
Palabras clave sobre el género: Thriller, época Tudor, intriga palaciega, romance
Puntuación total: 4/5
Edición: 3/5
Narración: 4/5
Diálogos: 4/5
Personajes: 4/5
Relaciones: 4/5
Autora: Nancy Bilyeau
Editorial: Alevosía
Palabras clave sobre el género: Thriller, época Tudor, intriga palaciega, romance
Puntuación total: 4/5
Edición: 3/5
Narración: 4/5
Diálogos: 4/5
Personajes: 4/5
Relaciones: 4/5
Hace algo más de un año tuve la suerte de reseñar y recomendar La corona, la primera parte de la trilogía de Joanna Stafford y ya entonces comentaba las ganas con las que me había quedado de continuar la historia de esa intrépida novicia. Al igual que el año pasado, el sello Alevosía de Siruela me ha facilitado un ejemplar para que os comente lo que me ha parecido. Desde aquí quiero agradecerles que me lo hicieran llegar y me dejaran disfrutar como lo he hecho. En El cáliz nos reencontramos con una Joanna cambiada y una historia en la que las intrigas palaciegas son el centro de su atractivo.
Como siempre, os aviso a los que no hayáis leído la anterior entrega que aquí encontraréis información del primer libro. Recomiendo que leáis el último párrafo de la reseña y que os paséis por la de la primera parte por si os convenzo para que Nancy Bilyeau os hechice con sus palabras.
Inglaterra, 28 de diciembre 1538. Joanna se esconde tras la lápida de un monje de Canterbury, agazapada para que no la encuentren antes de tiempo. Ella y otros siete compañeros se preparan para tomar represalias contra los enviados del rey Enrique VIII que tienen intención de profanar los restos de Tomás Beckett. Joanna recuerda la última vez que había estado en aquel lugar de peregrinación, diez años antes, acompañada por su madre para visitar a la hermana Elizabeth Barton. En aquel episodio de su vida, que siempre ha tratado de olvidar, fue testigo de la primera vez que pronunciaron la profecía que la atará de por vida a un destino que ella no desea. Ese recuerdo, contado con unas palabras tan determinadas, es el inicio de la nueva aventura de nuestra protagonista.
La disolución de los monasterios, todas las hermanas formando parte de la vida en la villa de Dartford y haciéndose un hueco en su anodina nueva existencia son lo siguiente que la autora nos muestra. Joanna, volviendo a tomar las riendas de su vida, intenta poner en marcha un nuevo plan: fundar un telar con sus compañeras del antiguo priorato. Continúa con la difícil labor de educar a Arthur Bulmer, siguiendo su vocación de religiosa y tratando de olvidar a Gardiner. Pero nada de eso será sencillo, para empezar volverán fortuitamente unos familiares, los Courtenay, que le harán una oferta de lo más atractiva. Ese será el primero de todos los acontecimientos a los que Joanna Stafford se verá arrastrada de las maneras menos esperadas y más sorprendentes.
Si hay algo que este libro depara al lector son sorpresas. Aunque en la novela anterior se pueda intuir un hilo conductor, aquí vemos un aluvión de situaciones a cada cual más trepidante que nos dejará con la boca abierta. Tampoco se quedan atrás las evoluciones de los personajes que ya conocimos, destacando Joanna entre ellos como la indiscutible protagonista y la que, por desgracia, lleva todo el peso de la narración y la trama. Desgracia porque no le ocurren cosas bonitas, no es un personaje con el que te cambiarías gustosamente y cuyas acciones la pondrán en serios aprietos. Pero como ya sabemos desde La corona, Joanna Stafford no es un personaje con el que puedas meterte y salir de rositas. Toda una protagonista de armas tomar.
En este libro recuperamos a Edmund Sommerville, el antiguo fraile que fue un gran apoyo para Joanna y del que aprendimos mucho. Su papel en esta novela es completamente fundamental, igual de tierno y confiable que en la anterior entrega, pero también un firme defensor cuando lo requiere la situación. Aun así no puedo negar que mi preferido es Geoffrey Scovill, quien vuelve a sorprenderse con nuestra protagonista una y otra vez, a maravillarse con su arrojo y a apoyarla pese a que ella no se lo pida. Entre los nuevos “fichajes” de la trilogía puedo destacar a Gertrude, quien ha tenido la capacidad de camelarme y ponerme los pelos de punta al mismo tiempo. Y no me puedo aguantar hacer una mención especial a Montagu porque fue un caballero cuando menos se esperaba que lo fuera.
Nancy Bilyeau ha vuelto a sorprenderme con una narración en primera persona tan elaborada e hilada con una trama de misterio que solo me puedo quitar el sombrero ante su escritura. Es una de esas escritoras que no necesitan describir incansablemente todo para que puedas ver el mundo en el que se mueven los personajes con total claridad. Sus personajes tienen voces propias y la ambientación es completamente perfecta. Admiro la capacidad de tomar un tema tan espinoso como el que ha cogido y tratarlo con respeto, sin caer en estereotipos.
El cáliz es una novela que conjuga misterio, historia y una evolución en el personaje principal. Realiza una suerte de retrato de la Inglaterra Reformista con una trama palaciega que divertirá a los más morbosos. Un thriller que se sale de lo común que te mantendrá en vilo durante quinientas páginas.
Cita:
Como siempre, os aviso a los que no hayáis leído la anterior entrega que aquí encontraréis información del primer libro. Recomiendo que leáis el último párrafo de la reseña y que os paséis por la de la primera parte por si os convenzo para que Nancy Bilyeau os hechice con sus palabras.
Inglaterra, 28 de diciembre 1538. Joanna se esconde tras la lápida de un monje de Canterbury, agazapada para que no la encuentren antes de tiempo. Ella y otros siete compañeros se preparan para tomar represalias contra los enviados del rey Enrique VIII que tienen intención de profanar los restos de Tomás Beckett. Joanna recuerda la última vez que había estado en aquel lugar de peregrinación, diez años antes, acompañada por su madre para visitar a la hermana Elizabeth Barton. En aquel episodio de su vida, que siempre ha tratado de olvidar, fue testigo de la primera vez que pronunciaron la profecía que la atará de por vida a un destino que ella no desea. Ese recuerdo, contado con unas palabras tan determinadas, es el inicio de la nueva aventura de nuestra protagonista.
La disolución de los monasterios, todas las hermanas formando parte de la vida en la villa de Dartford y haciéndose un hueco en su anodina nueva existencia son lo siguiente que la autora nos muestra. Joanna, volviendo a tomar las riendas de su vida, intenta poner en marcha un nuevo plan: fundar un telar con sus compañeras del antiguo priorato. Continúa con la difícil labor de educar a Arthur Bulmer, siguiendo su vocación de religiosa y tratando de olvidar a Gardiner. Pero nada de eso será sencillo, para empezar volverán fortuitamente unos familiares, los Courtenay, que le harán una oferta de lo más atractiva. Ese será el primero de todos los acontecimientos a los que Joanna Stafford se verá arrastrada de las maneras menos esperadas y más sorprendentes.
Si hay algo que este libro depara al lector son sorpresas. Aunque en la novela anterior se pueda intuir un hilo conductor, aquí vemos un aluvión de situaciones a cada cual más trepidante que nos dejará con la boca abierta. Tampoco se quedan atrás las evoluciones de los personajes que ya conocimos, destacando Joanna entre ellos como la indiscutible protagonista y la que, por desgracia, lleva todo el peso de la narración y la trama. Desgracia porque no le ocurren cosas bonitas, no es un personaje con el que te cambiarías gustosamente y cuyas acciones la pondrán en serios aprietos. Pero como ya sabemos desde La corona, Joanna Stafford no es un personaje con el que puedas meterte y salir de rositas. Toda una protagonista de armas tomar.
En este libro recuperamos a Edmund Sommerville, el antiguo fraile que fue un gran apoyo para Joanna y del que aprendimos mucho. Su papel en esta novela es completamente fundamental, igual de tierno y confiable que en la anterior entrega, pero también un firme defensor cuando lo requiere la situación. Aun así no puedo negar que mi preferido es Geoffrey Scovill, quien vuelve a sorprenderse con nuestra protagonista una y otra vez, a maravillarse con su arrojo y a apoyarla pese a que ella no se lo pida. Entre los nuevos “fichajes” de la trilogía puedo destacar a Gertrude, quien ha tenido la capacidad de camelarme y ponerme los pelos de punta al mismo tiempo. Y no me puedo aguantar hacer una mención especial a Montagu porque fue un caballero cuando menos se esperaba que lo fuera.
Nancy Bilyeau ha vuelto a sorprenderme con una narración en primera persona tan elaborada e hilada con una trama de misterio que solo me puedo quitar el sombrero ante su escritura. Es una de esas escritoras que no necesitan describir incansablemente todo para que puedas ver el mundo en el que se mueven los personajes con total claridad. Sus personajes tienen voces propias y la ambientación es completamente perfecta. Admiro la capacidad de tomar un tema tan espinoso como el que ha cogido y tratarlo con respeto, sin caer en estereotipos.
El cáliz es una novela que conjuga misterio, historia y una evolución en el personaje principal. Realiza una suerte de retrato de la Inglaterra Reformista con una trama palaciega que divertirá a los más morbosos. Un thriller que se sale de lo común que te mantendrá en vilo durante quinientas páginas.
Cita:
—Nació en una cueva de Yorkshire —dijo, hablando apresuradamente—. Una niña sin padre, una bastarda del norte, odiada y el objeto de burla de todos. Y no solo por su rostro deforme, sino por el poder de sus palabras. Arpía, la llaman. Bruja. Es una desgracia conocer la verdad, Joanna. Ver cosas que los demás no ven. Tener que intentar poner fin al mal antes de que sea demasiado tarde.
3 comentarios:
Tengo que leer estos libros...Ya!
Las intrigas palaciegas me pierden.
Tiene algo que me llama. Veré si puedo conseguirlo. Excelente reseña.
¡Nos leemos! :-)
@LadyLibrera Las intrigas palaciegas me pirran a mí también, espero que te guste cuando le des la oportunidad :D
@Abracalibro a mí me ha parecido un libro original en primer lugar por la protagonista, no es corriente toparse con una novicia como centro de una novela de misterio y creo que la ambientación le da un plus de lo más interesante. Espero que lo disfrutes!!
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